jueves, 30 de octubre de 2014

*Hipersensibilidad electromagnética-Parte 2 *

***Hermosa noche de Jueves para todos.

Clima espacial tranquilo, Sol en reposo, seguimos con la segunda parte de éste interesante informe.

La prevalencia de la hipersensibilidad electromagnética ha sido estimada entre unos casos por millón al 5% de la población dependiendo de la localización y la definición de la condición.
En 2002, una encuesta de 2.072 personas en California descubrió que la prevalencia de hipersensibilidad electromagnética auto-diagnósticada en una muestra era del 3%, con la hipersensibilidad electromagnética definida como *ser alérgico o muy sensible a estar cerca de aparatos eléctricos, ordenadores y líneas de alta tensión*.
En una encuesta similar del mismo año en el Condado de Estocolmo =Suecia= descubrió una prevalencia del 1,5% de hipersensibilidad electromagnética auto-descritos en la muestra, con la hipersensibilidad electromagnética siendo definida como *hipersensibilidad o alergia al campo eléctrico o magnético*.

Una encuesta realizada en Suiza en el 2004 encontró una prevalencia del 5% de la afirmada hipersensibilidad electromagnética en una muestra de 2.048 personas.
En el 2007, una encuesta en Reino Unido dirigida a un grupo aleatorio de 20.000 personas encontró una prevalencia del 4% en síntomas auto-atribuidos a la exposición electromagnética.
Un grupo de científicos también intentó estimar el número de personas reportando *síntomas subjetivos* del campo electromagnético para la Comisión Europea.



Actualmente hay más de una treintena de grupos de apoyo alrededor del mundo para gente que reporta la hipersensibilidad electromagnética.
El estudio realizado en el 2005, por la Organización Mundial de Salud concluyó que: *La hipersensibilidad electromagnética se caracteriza por una variedad de síntomas no específicos que difieren de un individuo a otro. Los síntomas son ciertamente reales y pueden variar ampliamente en su gravedad. Sea cual sea la causa, la hipersensibilidad electromagnética puede ser un problema incapacitante para la persona afectada. La hipersensibilidad electromagnética no tiene un criterio de diagnóstico claro y no hay base científica para relacionar los síntomas de la hipersensibilidad electromagnética a la exposición a campos electromagnéticos. 

Por otra parte, la hipersensibilidad electromagnética no es un diagnóstico médico, ni tampoco está claro que represente un problema médico individual*.
Aunque los individuos que reportan hipersensibilidad electromagnética creen que los campos electromagnéticos de aparatos eléctricos comunes pueden desencadenar o agravar sus síntomas, no se ha establecido que esos campos tengan algún papel en la causa de esos síntomas. Los afectados y sus grupos de apoyo están convencidos de la relación causal de los campos electromagnéticos, pero actualmente la literatura científica no apoya esa relación.



Algunos profesionales consideran que la hipersensibilidad electromagnética es una condición física que no tiene una causa clara, mientras que otros sugieren que algunos aspectos pueden ser psicológicos. Las revisiones sugieren que los mecanismos psicológicos pueden tener un papel en la causa o el empeoramiento de los síntomas. La investigación también muestran diferencias neurofisiológicas entre los individuos sensitivos y los controles. Esto puede reflejar una respuesta de estrés psicofisiológica al participar en el estudio o un desequilibrio más general en el sistema de regulación nervioso autónomo. Algunos afectados y grupos de apoyo argumentan que los estudios pueden estar influenciados por la posible implicación política de los efectos de salud negativos de los campos electromagnéticos. 

En 2005, una revisión sistemática analizó los resultados de 31 experimentos probando la función de los campos electromagnéticos en la causa de la hipersensibilidad electromagnética. Cada uno de esos experimentos exponía a la gente que informaba de hipersensibilidad electromagnética a campos electromagnéticos falsos y otros verdaderos ante condiciones de ciego único o doble. La revisión concluyó que: *Los síntomas descritos por los afectados de hipersensibilidad electromagnética pueden ser graves ya a veces incapacitantes. Sin embargo, se ha mostrado que es difícil mostrar bajo condiciones de ciego que la exposición a campos electromagnéticos puede desencadenar esos síntomas. Esto sugiere que la hipersensibilidad electromagnética no está relacionada con la presencia de campos electromagnéticos, aunque se necesita más investigación sobre este fenómeno*.



Se descubrió en siete estudios una asociación, mientras 24 no pudieron relacionarla con los campos electromagnéticos. Sin embargo, de los siete estudios positivos, dos no pudieron ser replicados incluso por los autores originales, tres tenían defectos metodológicos graves y los dos finales presentaban resultados contradictorios. Desde entonces, se han publicado muchos más experimentos de doble ciego que informan que los afectados de hipersensibilidad electromagnética no pueden detectar la presencia de campos electromagnéticos y son más propensos a informar de problemas de salud tras una exposición falsa, como si hubieran sido expuestos a exposiciones a campos electromagnéticos verdaderos.

Uno de los estudios que Rubit et al. revisó, conocido como el estudio Essex, recibió algunas críticas por su metodología y análisis, y los autores respondieron a estas críticas iniciales en su totalidad. Los autores señalaron que su estudio no decía nada sobre los efectos a largo plazo de la exposición a campos magnéticos, pero aquellos afectados generalmente afirmaban responder a los campos a los pocos minutos.
En enero del 2010 Rubin et al. publicó un seguimiento de su revisión original que incluía 15 experimentos hechos desde su última revisión original, trayendo un total de 46 experimentos de doble ciego y 1175 individuos que afirmaban hipersensibilidad.




Interesantes los ínidices y los países...¿no?...
Gilgamesh***

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