martes, 3 de mayo de 2016

* Cachaça *

***Muy buena noche de Martes para todos.

Si tuviera que resumir brevemente sobre los temas que generalmente trato aquí, diría que todo en normalidad, aunque siempre hay mucha tela para cortar y mucho de qué hablar.
Y si abro post no ha de ser por algo que les pueda interesar demasiado, y si aún así lo abro es porque aún relatando algo de mi micromundo, sé que puede contener algo para rescatar por alguien.

Como creamos según nuestros pensamientos y sentimientos, enviamos *cosas* al universo, no hace falta tener un blog para hacer el envío, ya que el pensamiento íntimo es suficiente, también una verbalización, pero así como un pensamiento vuela y llega, también un texto, que en definitiva tiene el mismo efecto, llegar..

Se ha ido una amiga..una de esas que hacía muchos años no veía pero de la cual tenía actual información.
Hace unos 25 años con mi esposa emprendimos una noble experiencia laboral en la cual nos tocó compartir con otro matrimonio, ella *E.*, él *C*, ambos tan jóvenes como nosotros, con los mismos sueños y eso de.. *salir adelante*

Con ellos compartimos muchas experiencias en lo laboral, eran años duros del país y nos las ingeniábamos como tantos otros para no ser arrollados por la bestialidad de las políticas exclusivas de lo que hoy se recuerda como *neoliberalismo*. 

Y ahí compartimos años laborales con ésta pareja de amigos, su única y pequeña hija tenía la misma edad que la nuestra, así que ambas se criaron también siendo amigas con ambos matrimonios en el ámbito laboral ya que no teníamos parientes disponibles...para que las cuidaran y nos dieran una mano, y las nenas iban al trabajo con nosotros.

Es decir que ellos formaron parte de una evolución conjunta de nuestras experiencias de la vida, y cómo no recordarlos entonces..
Jamás hubiéramos imaginado por aquellos años de estar tan desamparados por el mundo que nuestro noble oficio fuera capaz de lograr que aquella nena de ellos sea hoy una importante Médica y nosotros una Licenciada en Comunicación Social..., orgullo que le dicen..¿no? cuando uno la ha yugado tanto...y jamás jodiéndole la vida a nadie.

E. se ha ido de éste mundo material hace pocas horas, ella cargaba ya desde aquellos años con la dura mochila de la *maldita enfermedad*.
Y esa enfermedad es siempre una sombra que suele aparecer aún cuando por momentos parece haber desaparecido.

Tumores extirpados, quimioterapias, y ella.. de nuevo, siempre lista para amenazar con su temible poder.
Podría decir que a E. se la llevó una maldita enfermedad...pero yo creo que así como a ella, el Cáncer tiene cómplices de altas esferas que cada día se llevan a muchos otros. 

En pleno siglo 21 con todo el poderío como para navegar por el espacio, o matar a una pulga con un rayo desde 5.000 kilómetros, me resulta imposible creer que la maldita enfermedad no haya dejado de existir si no fuera por la maldita codicia y amor por el maldito dinero de quienes podrían aniquilarla...y todavía la dejan existir..

Y así, muy tristes en casa, apenados, y abrumados por los recuerdos de aquella querida amiga, yo hice como siempre mi duelo interior, a mi manera tan extraña de ser envié mis pensamientos gnósticos a la amiga, a su familia, al Padre del cual procedemos, y bue..., me quedé mirando entre lágrimas hacia una mesita de bebidas que tengo en el living de mi casa, bebidas que no consumo sino que colecciono desde hace años.

Y mis ojos se posaron en una botella de Cachaça =cashasa=. Cuando se piensa en Brasil y alguna bebida típica, muchos se confunden al pensar en la moderna Caipirinha, pero es la Cachaça bebida tradicional de Brasil hecha a base de caña de azúcar, una típica aguardiente.

Tomé aquella botella de Cachaça *Velho Barreiro Gold* y decidí que me tomaría un *taquito* al estilo de muchos pueblos que cuando un ser querido partía, tomaban alguna bebida espirituosa. Y así alcé el minúscula vasito y me despedí de la querida amiga E., no sin antes caer en las redes de mis asociaciones mentales entre una palabra y la querida música.

La Cachaça trajo a mis recuerdos una bella canción brasileña de aquellos años mozos, una de esas canciones que cuando uno se atreve a *vivirlas* las puede comprender desde el relato del autor como una historia de vida, pequeñas historias de gentes que nadie conoce, pero historias al fin de cada único e irrepetible grano de arena en éste mar de humanos que somos.

Hay muchas personas que ya no quieren vivir..., la vida los agobia..., pero no quieren quitarse la vida, entonces buscan perderla a su manera...
Hete aquí aquella noción que tenemos sobra la tan mentada *alegría* de los brasileños, de su fiesta de carnaval, de beber hasta hacer locuras, de sambar y sambar, algo que en realidad es un antídoto para no pensar..., no pensar en la dureza de la amarga vida, de la injusticia social, de la pobreza, de los sueños incumplidos..porque en el fondo, lo que los hermanos brasileños saben es que 
*Tristeza não tem fim, felicidade sim*..

Y Juanito, el personaje de ésta canción hermosa en la instrumentacion y en su cadencia que va cambiando, premedita su gran final...
Muchos lo pensarán como un típico borracho perdido, sin embargo Juanito se había propuesto dejar de vivir a su manera.
Vaya uno a saber la vida de Juanito, tal lvez un mulato que vivía en las Favelas, cansado de yugar sin poder progresar..sin oportunidades..

Y un día planificó su gran final..., debía ser a lo grande, pidió fiado cosas que sabía...nunca iba a pagar.., tomó Cachaça..y mucha, como para anular esos actos reflejos que todos tenemos en estado de plena consciencia, esos que le ponen un freno a las ideas locas..
Vendió lo poco que tenía, su traje, su reloj, y hasta el santo al cual veneraba.
Armó artesanalmente su tambor, el que se usa para tocar en Carnaval.

Bailó al compás de su bombo y de la samba, comió todo lo que pudo, bebió toda la Cachaça que pudo pagar y salió a rodar por la gran ciudad.
Se caía por las veredas, se daba golpes contra el suelo, la gente impiadosa lo pasó por encima, a nadie le importaba Juanito.
La Escola do Samba que lucía en competencia ni siquiera paró y lo aplastaron, lo pisaron como pisan los caballos en fuga.

Juanito invirtió todo su capital en su gran final..., 
murió de Samba, de Cachaça, y alegría...

Gran canción-historia de otro que no es muy recordado, el típico ladero que hace grande a los grandes.
Erasmo Carlos.., algunos dicen que el hermano no reconocido de Roberto Carlos, al menos se sabe que fué el autor de muchas de las canciones con las que Roberto llegara a la fama.

Terminó la canción..., me bebí mis taquitos de Cachaça, pensé en aquél Juanito, en los tantos Juanitos, en mi amiga E. que se fué de éste mundo hace pocas horas.

*No más pensamientos Gilga*, me dije...
Cerré el block de notas, publiqué, apagué la compu, las luces, y me fuí a esa especie de práctica...que significa irse a dormir cada noche..
Practicar algo que algún día nos tomará la gran prueba..., cerrar los ojos físicos por última vez....

Que el Maestro acompañe a cada alma buena que se va de éste mundo, que las guíe firmemente hacia el camino de la amada luz.
Que el Espíritu Divino venza por fin al derrotero de la carne..., que la querida y recordada E., retorne a su verdadero hogar.
Es mi pensamiento volcado aquí, a manera de plegaria pública para que se multiplique infinitamente, atraviese el universo y se haga realidad.

Gracias por permitirme unilateralmente, compartir un pedacito de mi micromundo.



Gilgamesh***

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