domingo, 14 de agosto de 2011

* Argentina *

***En un mundo que descree cada vez más de sus políticos, arrasando sus propias ciudades, renegando de la inequidad social, de las desigualdades, de la represión, es imposible no citar a Argentina.
Elecciones primarias =generalmente son intrascendentes= que han alcanzado a un 75% de votantes...gran cifra. Y una aplastante victoria del oficialismo, contra una oposición dividida e incapaz de consensuar.
Oposición que asida a cualquier cosa que pudiera desprestigiar al actual gobierno, no logró ser creíble ante la sociedad. Juntarse para derrotar a alguien nunca es la consigna ideal. Porque primero debe existir la ética que nunca puede aceptar sentarse a una misma mesa con lo peor de la clase política, sentarse a enhebrar estrategias con quienes se criticó en el pasado, es una muestra de la incapacidad, pero también de la falta de convicciones, de honestidad, de un *ideal de Nación.*
Los pobres triunfos pasajeros=como dice el tango= en la Capital Federal y en la Provincia de Santa Fé, hicieron creer a que se podía derrotar al actual gobierno.
Grave error de quienes hicieron una lectura política miope, interpretando a un país que es mucho más grande y extenso que esas importantes urbes.
Siempre se ha debatido sobre aquella frase de ; "los pueblos nunca se equivocan", y es muy difícil afirmarlo o refutarlo.
Pero evidentemente para recibir el mayoritario apoyo de 28 millones de votantes...algo se habrá hecho muy bien. Yo celebro que en un mundo que ya no cree en la política ni en sus representantes, un gobierno que hace 8 años que está al frente de éste gran país, coseche el fruto de su tezón, de su espíritu rebelde de negarse a los dictados de los organismos internacionales, de priorizar la Patria antes que las cifras del mercado, y de balancear un poco la brecha entre ricos y pobres, esos que hoy en total desconformidad salen a romper sus ciudades, cansados de no ser escuchados, cansados del olvido, de la indiferencia.
De todas formas nadie debe envalentonarse ya que si sumamos las cifras de toda la oposición, se llega a comprobar que casi la mitad del país está dividida.
Y eso no es malo, por el contrario, es positivo, ya que sigue estando viva esa eterna variable de que siempre es necesario encontrar a alguien que piense distinto. Construir una Nación soberana no se logra con absolutismo, sino mas bien con diversidad. Aquí tenemos un dicho que dice *el que gana gobierna y el que pierde acompaña* y esa es la prioridad, dejar gobernar y cumplir con el mandato del voto mayoritario, libre de sospechas, reafirmado y avalado por las mayorías. Y quienes no comparten ni coinciden, pues, luchar dentro de la legalidad de la vida democrática para encaminar y reprender a el oficialismo cuando se considere que comete errores caros a la sociedad.







Así funciona la Democracia, así funciona la racionalidad, siempre con la libertad de disentir, pero con la enorme honestidad de preservar el bienestar de la Nación, por sobre todas las cosas, sin nacionalismos baratos y mediocres. Así es como se construye una Democracia creíble, fortalecida y madura, nunca socavando la voluntad popular con tramas egoístas, o con pretendidas representaciones del descontento.
Hay que cuidar la Democracia con altura y madurez, cuando se fracasa en un proyecto político no queda más que esperar las próximas elecciones, otra opción es un suicidio como Nación.
Nunca más golpistas al poder, nunca más la represión, nunca más la muerte por pensar distinto. He tenido que padecer casi todos los gobiernos desde la recuperación de la Democracia, gobiernos que no voté y que me defraudaron profundamente y que me condicionaron para que hoy mi vida no sea como hubiera querido que fuera, y siempre tuve que esperar tiempos mejores, por eso jamás avalaré a aquellos que creen *interpretar la derrota* aduciendo que el pueblo es comprado con prevendas, que el pueblo es ignorante y que no sabe votar.
Esa calificación sólo obedece a quienes se consideran superiores al resto, soberbia intelectual que no poseen en verdad, porque un país jamás se podrá componer de una sola clase social, ni siquiera de dos o de tres, la humanidad necesariamente debe estar compuesta de diversidad social.
Vean hoy el desastre europeo y norteamericano.....hicieron tan grande la brecha que no podrán disfrutar de lo que le refregaron por la cara a millones de seres que tenían que ver la nauseabunda riqueza sobre sus frustraciones interminables.
Cuidar la Democracia es fundamental, pero una Democracia sana y no viciosa, teniendo un oficialismo con ideas claras, con plataformas de gobierno precisas y con objetivos nítidos, y una oposición madura que debe estar firme para corregir, pero nunca para derrocar a cualquier costo.
Como argentino, hoy me siento muy feliz de ver a mi país mucho mas maduro que antes, respetuoso de las instituciones, sin inmaduras cacerolas vacías de propuestas. Una cosa es gobernar en el error, equivocarse es parte del juego, pero otra cosa es grave e imperdonable, entregar la Patria a quienes ponen de rodillas al mundo, eso jamás, eso no se perdona ni se acepta.
Felicitaciones querido país, hay muchísimo por resolver, hay mucho que hacer, hay mucho por trabajar, hay mucho contra lo cual luchar, mucho por corregir, mucho por aprender, mucho por lo cual avergonzarse todavía. Oponerse a cualquier costo es traicionar a el pueblo, y el pueblo lo sabe, porque se puede perdonar a un equivocado pero nunca a un traidor que prefiere ver a la Patria de rodillas antes que en manos de sus opositores.
Nunca callando como los cobardes, siempre denunciando la injusticia pero trabajando por modificarla, gritando en las calles cuando sea necesario, pero con la firme convicción de que hemos decidido que las mayorías eligen.
Bendito y sufrido país mío, quiera Dios que tu luz nunca se apague.
Gilgamesh.***

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