martes, 1 de julio de 2014

* Educación familiar en tiempos difíclies...*

***Excelente noche para todos.

Ser padres de niños, adolescentes o jóvenes tempranos es todo un reto en éstos tiempos.
Dentro de la familia todos se miran cómo diciendo ¿qué nos pasó?.
Los roles parecen invertidos, aplicar reglas parece algo del pasado, y cumplirlas..jeje...mucho menos.
¿Se ha relajado el ejercicio de ser padres?.



Ese *ejercicio* camina hoy sobre una delgada línea en la cual los padres, se sienten más como *amigos* de los hijos y los hijos ven en sus padres a una especie de adultos negados al paso del tiempo, padres modernos que han asumido conductas de jóvenes, y en ese *combo familiar*, las cosas se deciden más como en una asociación vecinal que en un *hogar* donde generalmente los padres, son quienes deben oficiar de guías, esquejes, brújulas, norte.
Les dejo una reflexión positiva para pensar entre todos, reflexionar y entender sobre qué estamos parados.
En ésta oportunidad la mirada de un Sacerdote Católico español que considero muy valedera, ya que las divisiones o los sectarismos nunca aportan y lo que se necesita hoy, es lo mejor de cada quién sin importar de dónde viene.

Tiempos difíciles
Padre Juan Jáuregui Castelo

Hablar de "tiempos difíciles" para la educación es decir una verdad que sabe todo el mundo y que los padres la sienten en carne propia. Se lo he escuchado a un incontable número de ellos; y muchos están verdaderamente asustados. A algunos abuelos les he oído decir: "Si me correspondiera en estos momentos tener hijos, me lo pensaría mucho".



La nueva situación de los padres es como la del clero, , pero con otros síntomas y raíces, diríase que la sociedad se encuentra hoy con una crisis de vocaciones para padres, pero no capuchinos, sino de familia. Y ya se entiende que también para madres. Este oficio, otrora entrañable y glorioso, se ha tornado en nuestros días enojoso y áspero, casi antipático. Sé que cargo las tintas, pero compruébenlo; la cosa no es para menos".
El reto de la educación es hoy más arduo que nunca y, por eso, supone más empeño y preparación. Pero esto mismo la vuelve un reto más grandioso y glorioso. Da la oportunidad de ser padres con todas las consecuencias.
La educación es difícil por causa de los mismos padres, a quienes el cambio tan fuerte de pautas les ha sorprendido impreparados. 

Lo que aprendieron y la educación que recibieron no les sirven, no tienen que ver con lo que hoy se ha impuesto. 
Sufren complejo de inferioridad como educadores, sobre todo cuando carecen de cultura y sus hijos, ya jóvenes, han alcanzado un cierto nivel cultural. Algunos padres, resentidos por la disciplina espartana y por las carencias materiales que sufrieron en su infancia, adolescencia y juventud, no quieren que sus hijos "pasen lo que ellos pasaron" ni soporten la opresión que sufrieron; quieren compensarse en sus hijos con una liberalidad excesiva. Por otra parte, psicólogos y pedagogos "alarman tanto con eso de los traumas de la educación"... Así es como muchos padres han pasado del rigorismo sufrido al permisivismo otorgado a sus hijos. Siempre la ley del péndulo.



Por lo demás, son tan diversas las formas de educación y el estilo de relación de los padres con sus hijos... El estilo de la hermana y el de la cuñada divergen del de los primos, y el de ésta, a su vez, del de los compañeros de trabajo. El de un colegio diverge del estilo de otro. Con todo ello muchos padres no saben a qué atenerse. Unos aprietan más, exigen más disciplina; otros son más blandos. Esto hace que los chicos hagan comparaciones y presionen sagaz mente a su favor, claro.
En la base de todo hay una crisis de valores que hace que padres sin una fuerte contextura interior y sin una formación sólida no sepan a qué atenerse. No saben qué es lo que hay que salvar por encima de todas las fluctuaciones y qué les lo que hay que pasar benévolamente por alto, sin gastar energías ni romperse la cabeza por unos mechones de pelo o por un petacho más o menos en la ropa o un pendiente más o menos en los labios, las orejas o la nariz.
Por otro lado, los padres sufren frecuentes interferencias en la educación. Hay muchos "educadores" entrometidos. 



-En los hijos, además de los padres, influyen educacionalmente los restantes miembros de la familia: hermanos, abuelos, tíos...
-Influye el colegio: profesores, compañeros, estilo del centro...
-Influyen la pandilla, los amigos, a los que a veces prestan los chicos más atención que a los propios padres.
-Influye la sociedad con su confusionismo de ideas, sus crisis, con una jerarquía de valores que brinda en una propaganda subliminar.
-Influye el estilo tan complejo de la vida moderna: el ruido, la prisa, el transporte, el trabajo de los dos progenitores...
-Influyen decisivamente los medios de comunicación social con su constante lluvia ácida; sobre todo, la televisión, Internet, medio que desgraciadamente los padres no dominan y a veces tampoco pueden controlar. La televisión tienta a padres e hijos: a los padres porque les sirve de "niñera electrónica" para tener a los hijos "aparcados" y silenciosos durante un tiempo "necesario" para otras ocupaciones; y tienta también a los hijos porque constituye, como algún pedagogo la ha denominado, "la golosina visual".



El caso es que se habla de "érase un chico a una pantalla pegado" o a los videojuegos o a los cómics. Según una encuesta a nivel nacional, el 75% de los padres no se entera de los programas que ven sus hijos. Ello constituye una irresponsabilidad grave. Hasta los responsables de la Unión Europea han alertado a las autoridades y padres españoles de la excesiva ración de televisión que ven nuestros españolitos. ¿Quién duda de que los programas, en gran proporción violentos, superficiales, hedonistas... son claramente más deformantes que formativos? ¿No es una irresponsabilidad dejarles tres horas con una "profe" que desorienta más que orienta?




La pregunta final de Juan Jáuregui Castelo evidencia el nivel de carencia alarmante de quienes les toca ser padres hoy, todos lo somos y lo seremos aunque nuestros hijos sean ya maduros, pero la pregunta del sacerdote va claramente orientada a quienes tienen hijos pequeños o aún en edad de inmadurez. Los medios...siempre los medios, increíblemente algo que deberíamos usufructuar como positivo y que en la era moderna se ha vuelto algo tan nocivo, ya no como entretenimiento o herramienta de culturización sino más bien como herramienta fabricada para corromper. Pero cuidado....las pistolas automáticas también son peligrosas y no por ello todos las usamos...es decir que algo no anda bien si aún advirtiendo un peligro, nos chocamos contra él, la trompada ya no busca la cara sino al revés...
Gilgamesh***

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