martes, 20 de octubre de 2015

* Si no quiero que Usted llegue...le cambio la ruta...*

***¿Qué tal amigos?, espero que todos muy pero muy bien disfrutando de ésta noche de Martes.

Yo de regreso luego de una necesaria jornada completa de *desintoxicación*.
¿Cómo?, bueno no vayan a pensar en una intoxicación accidental por ingerir algún alimento en mal estado o de esas que se eligen sin medir las consecuencias, no, no, mi intoxicación de ayer tiene en parte algo muy curioso. Intoxicación con energías sociales.
Será por eso que en los últimos años decidí salir lo menos posible, si de elegir *salir* hablamos.
Cuando no se puede eludir una salida por motivos de socialización y el ámbito es un hervidero de gente, ¡plafff!..yo quedo en estado de demolición.

No sé qué poderosa sea esa energía ni qué válvula mal ajustada tengo, pero lo cierto es que cuando debo estar en ámbitos donde hay masivas concurrencias de gente quedo hecho un estropajo.
Pareciera que cuando uno se acostumbra a esa soledad placentera y optada por propia voluntad, pierde algunos anticuerpos por falta de uso, ¿no?, y la energía que hay en las aglomeraciones me entra siempre de mala manera, haciendo sentirme como en un estado de anemia física, como si me hubieran extraído varios litros de sangre.
Pero bueno, ya estoy repuesto y con muchas ganas de seguir compartiendo cosas.

Cuando a la Gnosis se le quita el polvo del tiempo, y se la puede *razonar* aplicada a todo lo que uno ha vivido y vive en éste mundo, es posible entender su significado.
Pienso por ejemplo en que podría decirle a Usted que existe un lugar en el planeta Tierra que es bellísimo, una especie de Edén, donde todos son felices, nada hace falta, no hay odios ni miedos, sólo amor y convivencia, y un estado de plenitud garantizada.

El problema es si no le digo nunca adónde queda, pero sólo le puedo decir que Usted llegará ahí como por arte de magia si me cree que ese lugar existe, aunque yo no le diga donde está, ni en qué país, ni qué ruta tomar, ni que empresa de transporte lo puede acercar hasta allí.
Lo único que le pido es que Usted se porte bien, que vaya practicando para ser recibido en ese paraíso algún día, y que cuando esté listo, algo sobrenatural lo hará despertar allí...y Usted rebozará de paz y felicidad.
Más o menos es algo así la religión cuando uno ha leído los libros sagrados *oficiales*.

Incluso ese Nuevo Testamento maravilloso en el cual Cristo, es nuestro Norte, algo falta...
Sabemos que con buenas obras, amor, y buen proceder en la vida con los demás, podemos ir al cielo, y la única fórmula o ruta conocida es a través de oraciones y rituales, como el bautismo, la primera comunión, la confirmación y luego trasladarlo a nuestros hijos.
Me van a disculpar quienes están firmemente arraigados a ésto, pero sigo convencido que semejante viaje del *hijo de dios* con semejante trama y drama, fuera para olvidarse el mapa, la ruta, y el transporte para llegar a paraíso.

Es allí donde lo *apócrifo*, lo suprimido, lo censurado y lo perseguido, cobra vital importancia para entender porqué...
Si quiero que Usted nunca llegue a un lugar, no le digo por dónde ni que ruta tomar, ni qué hay que hacer, más que generalidades, ambiguedades y cosas que no le hacen honor a un Ser como el Verdadero Cristo, que al *venir* habría de hacerlo con un manual para dejarnos claramente, qué era ésto de *el más allá*, o el paraíso, o la salvación eterna.
¿No le parece?.



Pero si hasta el Carpintero enseña cómo empuñar el serrucho, qué movimiento hay que imprimir al brazo para que la herramienta corte, o el Albañil conoce cuál es la proporción de mezclar arena, cemento y agua para levantar una pared, o el Médico cuántas pastillas y cada cuántas horas para bajarle la infección, ¿cómo es posible que el Maestro de Maestros hiciera semejante y trascendental travesía para...no decir nada?
Porque el Carpintero le advertirá que para ser un buen Carpintero debe conocer perfectamente la madera y sus distintos tipos, las herramientas y cómo usarlas, la planificación del mueble que va a construir, el Albañil igual y el Médico igual, porque si el Carpintero no quisiera que Usted aprenda seguramente le diría que su oficio es hermoso y sólo le dice que se trata de transformar la madera y nada más que eso, o el Albañil solamente que si Usted aprende puede hacer una casa, o el Médico sólo le dice a Usted que todo va estar bien si se cuida y nada más...

Si yo realmente no quiero que Usted vaya al paraíso, y vaya al infierno....pues no le enseño la fórmula, y sólo le doy zapatos sin suela, o brújulas rotas, o mapas desteñidos, o le digo tantas cosas que al final Usted se da cuenta que sería hermoso ir, pero...es tan difícil..
Los textos del Nag Hammadi hallados como si el tiempo hubiera sido preservado en criogénesis asistida, vinieron a mostrar todo lo que nunca nos quisieron mostrar, desde que aquél Maestro vino a darnos la brújula, el mapa, la ruta y los peligros que debíamos eludir en la travesía para ir a destino.

Para arruinar ese regalo maravilloso que nos haría despertar de la embriaguez del alma, los arcontes y demás nefastos seres, no tuvieron mejor idea que intentar desprestigiar las fórmulas aduciendo que eran lo contrario, es decir, que la brújula, los mapas y las rutas nos llevarían al infierno.
¿No les suena a lo mucho que hoy vemos como forma de manipulación mundana?.

Pero ese intento de *tergiversar adrede* algo puro para que parezca impuro no bastaba, y el miedo de quienes manipulan, los llevó a ir más allá, por ejemplo decidieron *matar al mensajero*. 
Tampoco alcanzó, porque el miedo es tan grande como el universo.
Y se decidió acallar a los mensajeros que tenían las fórmulas bien aprendidas, se les quemó en hogueras cuan hechiceros hijos del mal.
Y el fuego, no sólo quemó carne, quemó todo libro o registro de lo que les blandía como espada de damocles.

Muerto el perro, muerta la rabia pensaron.
Sin embargo, la luz es luz con o sin la obscuridad, en cambio la obscuridad pierde su poder cuando la luz la atraviesa...
Debemos empezar a a prender cómo funcionan las trampas para usarlas a nuestro favor y en contra del entrampador.

Desde niños, una de las medicinas que más funcionan es la memorización, no importa si Usted entiende o no lo que dice, lo que importa es que lo repita como un loro hasta que se le graba por toda la vida, las canciones, los himnos, las cuentas matemáticas, el abecedario, los idiomas, ¡todo! todo entra por repetición y se queda fijado casi casi hasta nuestra vejez, si es que Don Alzheimer no viene a visitarnos.

Grave..., muy grave es cuando uno por ejemplo, se da cuenta que ha estado toda la vida repitiendo de memoria *oraciones y plegarias* en materia religiosa digo.
Porque nos enseñaron que la oración es escuchada por dios o incluso por ángeles, santos, o el mismo Cristo.
¿Y si nos enseñaron a decir oraciones que obran en sentido contrario a lo que pedimos o significan?.
¿Y si las oraciones suplantan a la verdadera fórmula ocultada para que Dios y Cristo nos escuchen y en lugar de recibir su ayuda recibimos lo contrario?

Sería fatal ¿no?, es como le enseñaron al hombre, que sea un eterno esclavo;

 *Usted chito la boca...trabaje, déjese insultar, escupir, humillar y no proteste, que un día, si se ha portado bien, dios se lo lleva al paraíso, y solo rece la oración que le enseñamos, haga los ritos que le instruímos a través de sus padres, vaya a la escuela, y trabaje duro, muy duro, cuánto más trabaje mejor, descanse poco, que los que descansan son holgazanes que el señor vomita de su boca, no mate a nadie pero tiene permiso para hacerlo si alguien mata a un familiar suyo, si le sacan un ojo Usted vaya y sáquele un ojo a uno de ellos y todo está justamente arreglado, no ame el dinero pero trabaje para conseguirlo, y si es poco el que consigue no se preocupe, sea pobre y será recompensado, o trabaje el doble. No fornique, pero si se tienta arrepiéntase y ya está, no tenga malos deseos, pero si los tiene vaya al templo, ore, y listo. No se preocupe por la muerte, lamentablemente no puedo hacer nada para revertirlo, ni quiero hacerlo, porque ustedes merecen morir, y no se queje porque si se queja, después de muerto lo mando al infierno para que sufra mil veces más que aquí*.

A veces pienso en la *justicia*, esa que manejan los jueces, los abogados basados en algo llamado ley.
Si un día Cristo regresara como abogado, le iniciaría un juicio a las religiones por no haber cumplido con todo lo que enseñan o prometen, les cobraría indemnizaciones siderales por los millones de seres que arruinaron, y al ver lo que es el mundo hoy y cómo lo han dejado les aplicaría el principio de estrago culposo, ejercicio ilegal de la profesión, asociación ilícita, incumplimiento de deberes de funcionario público, estafa, dolo, usurpación de títulos, asesinato premeditado, genocidio, etnocidio y todos los *cidios* existentes, o sea ...¡todo el código penal!.

Si he suprimido A, para que no se note, debo crear B-C-D-E y si quiero, hasta la Z. 
Así, religiones, filosofías, nuevas creencias, y una parafernalia de chantadas y sus chantas, diluyen como el thinner a la pintura, el alcohol a la sangre, o el ácido a los huesos.
Ha sido y es la mejor forma de confundir, tergiversar, mezclar, fanatizar, desorganizar, atomizar, infiltrar, inducir, desvirtuar, prostituir, subvertir.

La escencia, cuanto más diluída mejor..., a punto tal que las diluciones ya ni siquiera huelen a la escencia y creemos que es perfume..
Los mapas cuanto más borrosos mejor, las brújulas cuanto más desmagnetizadas mejor, las rutas cuanto menos señalizadas y abandonadas mejor, los transportes cuanto más deteriorados mejor, las gafas cuanto más aumento mejor, capas y más capas de cal para disimular lo que no se debe ver, porque si lo vemos...uffff..el horror de horrores ¿no?. 

Y además, si hallamos la caja donde estaban los verdaderos mapas con sus perfectas rutas, las brújulas perfectamente orientadas, y nuestro punto de destino perfectamente enseñado...¿quién se queda aquí?, claro..., cuando las víctimas logran salir del yugo del victimario sólo quedan los victimarios...para comerse entre ellos, y aplicarse entre ellos todas sus atrocidades, como la serpiente que no tiene más para comer que su propia cola...sin saciarse, hasta comerse la cabeza y morir definitivamente.

*El ruido del mundo*, la *llamada del exterior*, *el hombre extraño*, *la llamada*...
Por mi ausencia de ayer, les doy hoy el doble, a continuación, o antes de la medianoche, lo explica Hans Jonas con su explicación de aquella Gnosis suprimida.

Gilgamesh***

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