lunes, 29 de agosto de 2016

* La concepción Gnóstica de David R. Hawkins-parte 11 *

***Bella noche de Lunes para todos.
Continuamos con los extractos del libro de David  Hawkins,*El ojo del Yo*;



Si observamos el fenómeno del funcionamiento de la mente veremos que sus mecanismos se hacen evidentes para luego desaparecer. Las presunciones de la mente son su separación, su creencia en una progresión del tiempo con sus comienzos y finales, y las categorías del pensamiento que constituyen y aseguran su supervivencia. Para sobrevivir, el ego ha de creer que es real, y que tiene una existencia separada e independiente. El otro motivo de su continuidad es la creencia de que, a través del ego y su mejora, se puede encontrar al fin la felicidad y quedar aseguradas las condiciones idóneas para esta. 

De ahí que el ego/mente busque constantemente el control y la ganancia en sus distintas formas y aspectos. Busca el éxito bajo cualquier criterio que utilice para medir ese objetivo ilusorio. La felicidad esta siempre al doblar la esquina, de tal manera que se esfuerza cada vez más por alcanzar sus metas. En determinado punto, la ilusión se desmorona y se da la apertura necesaria para el inicio de la búsqueda espiritual. Esta búsqueda cambia su sentido de fuera a dentro y comienza la búsqueda de respuestas. Si hay suerte, te llegan las enseñanzas de la verdadera iluminación y no te desvías del núcleo de estas enseñanzas.

Con el paso del tiempo, se han perdido muchas de las explicaciones que se ofrecieron junto con las enseñanzas originales, introduciéndose a cambio muchos malentendidos. A lo largo de los siglos, algunas de las grandes enseñanzas se han distorsionado hasta tal punto que, sorprendentemente, han adoptado exactamente su sentido opuesto, convirtiéndose en base de conflictos y de obstrucción a la verdad. No solo es útil, sino crucial, poder disponer de una fuente autorizada a través de la cual comprobar los propios rumbos y las direcciones a seguir. Nunca se insistirá demasiado en que debería obtenerse y confirmarse el nivel calibrado de verdad de cualquier maestro o enseñanza antes de convertirse en estudiante o seguidor de estos, y mucho menos en devoto o iniciado. 

Uno debería comprometerse solo ante Dios y la Verdad. Los maestros han de ser respetados, pero la devoción debería ser restringida solo a la Verdad. Como dijo Buda, *No pongas cabeza alguna por encima de la tuya*, dando a entender que el único gurú verdadero de uno es el Ser =la naturaleza búdica=. 
El Ser del maestro y el propio Ser de uno son uno y lo mismo. El maestro se convierte en fuente de inspiración e información. Es la inspiración la que sostiene la búsqueda.

¿El compromiso espiritual implica que uno tiene que renunciar al mundo? No, evidentemente no. Significa simplemente, que la vida mundana requiere ser recontextualizada, reestructurada y contemplada de un modo diferente. La trampa no se halla en el mundo, sino en el propio apego a el y las observaciones que oscurecen la búsqueda de la Verdad. Algunas atracciones en si son meros pasatiempos, mientras que otras son verdaderas trampas de lúgubres consecuencias en las cuales se sumergen los inconscientes. 

Por otra parte, en ocasiones es solo gracias a la dura agonía que supone extraviarse como se consigue tocar fondo, dejarse ir y aceptar mejor las elecciones realizadas. De ahí que nunca se pueda decir que es un error para alguien seguir un camino en particular porque puede que a la postre le lleve a la salvación final, por doloroso que pueda resultarle. 

Lo que si podemos decir con certeza es que todo lo que no dé una respuesta de fortaleza en la prueba muscular no es conveniente para el buscador comprometido de la iluminación. Una fuente de error es a menudo la aparentemente inocua capacidad humana para la curiosidad. La antesala de las puertas del desastre no es obviamente algo negativo, sino un cebo bastante más sofisticado que nos oculta al lobo bajo la piel de cordero.

Es por tanto necesario evitar todo lo que no dé una respuesta de fortaleza en la prueba muscular ya que solo lo que te lleva a una respuesta de fortaleza sustenta la vida y lleva a la Verdad. ¿Puedes explorar los dominios que se hallan lejos de la Verdad y volver ileso? La respuesta, al menos por el momento, es que no es probable. Démonos cuenta del hecho de que el 78 % de la población mundial se halla por debajo del nivel de Integridad =200=.También hay que tener en cuenta la reacción social con la que hay que enfrentarse, algo que podríamos calificar como el ?fenómeno del cangrejo?. 

En un cubo lleno de cangrejos, mientras uno o más de ellos intentan alcanzar el borde del cubo, los otros se encaraman y les hacen caer; en algunas personas, se da una reacción en contra hacia aquellos que están buscando la luz. De hecho, si un miembro de una secta calibrada negativamente comienza a discernir la negatividad que está presente tras la fachada de santidad e intenta irse, son a menudo denunciados o sometidos a abusos e incluso a violencia. De ahí que los caminos más tradicionales recomienden que las personas se congreguen con otros que tengan una dedicación espiritual similar.

También resulta significativo que el nivel de conciencia de la humanidad, que se mantuvo en 190 durante muchos siglos, ha dado un salto recientemente al 207; Por tanto, el mar de la conciencia de la humanidad como un todo sustenta lo positivo en vez de lo negativo.
La Dirección Espiritual. Conviene recordar que ni la Verdad ni la Iluminación son cosas que puedan ser encontradas, solicitadas, adquiridas, conseguidas o poseídas. Aquello que es Infinita Presencia siempre está presente, y su realización sucede por si misma cuando los obstáculos para esa realización son eliminados. 

Por tanto, no es necesario estudiar la verdad sino simplemente apartarse de lo que es falso. El hecho de que se aparten las nubes no causa que el Sol brille sino simplemente nos revela lo que siempre estuvo oculto. El trabajo espiritual, por tanto, es principalmente, un dejar ir lo supuestamente conocido en favor de lo desconocido, con la promesa de otros que ya lo han hecho de que el esfuerzo será mucho más que bien recompensado al final. En el nivel terrestre, el oro no es creado, sino simplemente revelado al desconchar todo lo que lo oscurece.

Una de las principales herramientas espirituales es la intención, que establece prioridades y jerarquías de valores que vigorizan los esfuerzos de uno. El trabajo espiritual es un compromiso y además una exploración. El camino fue abierto por aquellos que lo recorrieron antes y prepararon en la consciencia de otros la posibilidad de seguirlo. Del mismo modo Roger Bannister quebró la idea del Campo-M de la milla en menos de cuatro minutos, de manera que han sido seres de avanzada consciencia los que superaron las marcas para que otros les siguieran. A su vez, cada avance que hacemos en nuestra consciencia beneficia a una multitud que no vemos y fortalece el siguiente paso para que otros lo sigan. 

Cada acto de bondad es notado por el universo y preservado eternamente. Cuando se ven las cosas como son, la gratitud reemplaza a la ambición espiritual. En el Budismo tradicional, uno busca la iluminación por el bien de toda la humanidad; todos los dones regresan a su fuente. A su debido tiempo, la propia intención espiritual y enfoque llegan a reemplazar las ambiciones mundanas y deseos. Es como si los pensamientos de uno se fueran involucrando cada vez más con el Ser, como si hubiera una fuerza de gravedad espiritual actuando por atracción.

Un estilo de conocimiento interior reemplaza a la razón y a la lógica, y la consciencia intuitiva se centra en la esencia de la vida y sus actividades más que en las metas o en los detalles de la forma. La percepción empieza a cambiar y la belleza de la creación literalmente resplandece en toda persona y objeto. Una simple escena puede inesperada y repentinamente convertirse en algo abrumadoramente hermoso como un pensamiento revelándose en Technicolor tridimensional. Hay momentos en que súbitamente todo está en calma, y la experiencia de la cualidad de Todo Lo Que Es toma lugar dentro de una Presencia omnipresente. 

Es el Ojo del Yo, lo que da a la vida sensación de realidad. Es aquello que nos permite experimentar que lo que pensamos como un Yo individual es en realidad el Yo, Infinito. El resplandor de Dios es la luz de la consciencia que revela la divinidad de todo cuanto existe. En la serenidad de la Infinita Presencia, la mente está silente en la medida en que no hay nada que se pueda decir; todo habla por si mismo con plenitud y exactitud. Con esta realización, uno trasciende la dualidad final de la existencia frente a la no existencia porque solo la existencia es posible. No existe ningún opuesto a la Verdad porque la Realidad excluye la no realidad. En esta realización reside la paz de Dios.

Gilgamesh***

-Ir a la parte 1
-Ir a la parte 2
-Ir a la parte 3
-Ir a la parte 4
-Ir a la parte 5
-Ir a la parte 6
-Ir a la parte 7
-Ir a la parte 8
-Ir a la parte 9
-Ir a la parte 10
-Ir a la parte 12

No hay comentarios :