martes, 2 de agosto de 2016

* A mis hijos *

***Feliz noche de Martes para todos.

Mientras finalmente la CME llega y le permite a nuestro campo magnético abrirse...;



...sin temor a recibir las partículas que Febo le envió...;



...y mientras puede quedarse tranquila, los neutrones ya no serán peligrosos, no al menos por un tiempo...;



...les invito a seguir reflexionando más o menos concatenado a lo que les compartía al mediodía.
El valor de esas pequeñas cosas, a veces locas, a veces irresponsables, pero auténticas y con la premisa de pasar por ésta vida sacándole el máximo provecho para evolucionar, positivamente y por sobre todas las cosas...sin dañar, amar.

Carta que se viralizó hace unos cuantos días y que los medios tradujeran, pues me fuí directamente al sitio de ésta mujer, Cathy Brown, quien entre muchas otras cosas que escribe en su blog, le dedica lo mejor a sus hijos, aunque eso *mejor* implique romper los moldes...;



-Vamos a dejar algo en claro: no me importa demasiado si vas a la universidad. De hecho, hay una parte de mi que espera cualquier cosa menos eso después de terminar la secundaria. Personalmente preferiría que tomasen su mochila e hicieran dedo hasta llegar a Siberia, empezaran un negocio de fabricación de jabones naturales, ir de voluntarios a Haití, lo que sea. Se los digo como una ex obsesionada con ser la más inteligente, como su tía Mandy solía llamarme. 

Puede que lo encuentren difícil de imaginar ahora, pero en mis tiempos era una desagradable que lograba superar las expectativas y se decepcionaba profundamente si recibía cualquier cosa menos una A+ y una estrella dorada. Fui a la universidad, me dieron ese papel, recibía las mejores menciones por estar en la parte superior de la clase, y se los digo de primera mano que esto no significa una mierda acerca de la verdadera educación que he recibido, el gran potencial que tengo o mi valor para la sociedad.

Ustedes son tres de los niños más brillantes, bondadosos, apasionados y burbujeantes que conozco. Ustedes son también tres de los más grandes dolores de trasero que he tenido en mi deber de criarlos, sus deseos de cuestionar cualquier cosa, todo,incluyéndome a mí por supuesto, unas cincuenta veces al día, y su feroz independencia dejando claro que realmente no me necesitan demasiado, pero saben que yo no cambiaría eso por nada en el mundo.

Deseo de aquí a la luna, ida y vuelta, que cuando sean mayores tomen decisiones conscientes para resguardar estas características.. La idea de que se inscriban en la Universidad, solo *porque es lo que deben hacer*, pagando miles de dólares y esperar encajar en un sistema en que su educación está en los confines de los límites de un aula, me hace encoger hasta mi núcleo.. Cuando una hoja de papel llamado diploma y una fiesta al final de la carrera llegan, se supone que te hacen sentir como si de alguna manera has llegado a una meta que valía la pena. Pero ustedes sin más grandes que todo eso. Por favor, reconozcan que sus oportunidades para educarse ricamente son absolutamente sin límites.

Fui a la universidad para que mi mamá y mi papá estuvieran felices, para que se sientan tranquilos de haber hecho una buena tarea de criar a una hija hecha y derecha. Por favor, no decidan ir a la universidad pensando que a mí eso me haría feliz o sentirme orgullosa, no, yo ya estoy feliz. Ya estoy orgullosa. Si quieren ser algo como un médico o un profesor de primaria, sí, van a tener que ir. Y si quieren ir solo por la experiencia, vayan. Prueben. Vean cómo funciona para ustedes. Pero no es necesario que funcione. Y si van, vayan solo cuando estén listos y entusiasmados, sea eso a los 18, a los 25 o a los 53.

Mi única esperanza para su educación básica es la siguiente:

Deseo que hagan cosas aparentemente irracionales pero llevadas adelante por la pasión, como tomar un vuelo a Perú para tratar de encontrar a ese tipo que conociste por 15 minutos en la ruta andando en bicicleta y al que no puedes sacar de tu cabeza. Espero que se les rompa el corazón al menos una vez para que puedan saber qué tan grande es, y qué tan resistente es.

Espero que se den cuenta de que hay un trillón de maneras para sustentarse económicamente y que no les importe una mierda lo que yo o cualquier otra persona piense acerca de sus opciones de carrera. Si criar cabras o ser un Contador o vender cocos en una playa de Indonesia o ser una agente de bienes raíces les hace sentirse feliz de despertar cada día para ir a trabajar, entonces todo bien. Espero que tengan el auto respeto y las pelotas suficientes para renunciar en el momento en que empiecen a sentir que se están muriendo por dentro energéticamente.

Espero que aprendan no sólo a abrazar, si no también a celebrar y valorar la fantasía y la espontaneidad
Que hagan otras cosas en su vida por el solo hecho de ¿Por qué diablos no?, esa es una razón completamente válida.
Tomen el auto y hagan ese viaje a Colorado. Ese día. Empaquen un saco de dormir, una caja de chocolates, una muda de ropa, tomen el dinero para la gasolina y para alguna posible emergencia y vayan. Vean qué sucede. Pasarán un rato excelente o tendrán una excelente historia. O quizás ambas.

Aprendan a no matar las grandes ideas por pensar demasiado en los demás. En serio, siempre se puede dar la vuelta al coche y encontrar la manera de volver. No hay que dramatizar la situación.
Deseo que se sientan perdidos y de verdad, de verdad, de verdad asustados e inseguros para que puedan llegar a la bella realización de que tienen el coraje de afrontarlo.

Espero que nunca se sientan intimidados por la grandeza de sus ídolos como para no hacer lo que necesiten para conocerlos y aprender de ellos. Son personas también, y pueden aprender tanto de ustedes como ustedes de ellos. Acérquense. Envíenles correos, caminen y digan hola en la plaza.
Mándenles un mensaje en Twitter, conéctense a través de LinkedIn, maldita sea, invítenlos un café o una bebida y busquen la disposición de subirse a un avión si eso sucede. Solo mantengan su cabeza en alto y sean ustedes mismos. Quizás los rechacen, o quizás tengan un nuevo amigo para la vida que solía ser alguien con quienes soñaban despiertos.

Espero que consoliden el amor por los libros, pero no leerlos por obligación si no porque quieran hacerlo.
Espero que aprendan a afrontar los tiempos difíciles con la confianza implacable y el coraje de un guerrero. Que abran los ojos a todas las lecciones que se encuentran dentro de las experiencias difíciles que están allí para que ustedes puedan aprender. Que digan genuinamente *¡venga!*, sabiendo que están a punto de salir más fuertes y sabios luego de enfrentar una adversidad.

Espero que aprendan del placer que da una enorme felicidad al experimentar hacer a felices a otras personas. No duden en dar flores a esa señora gruñona y extraña que se sienta en el banco del parque y que luce como si no hubiese recibido flores hace demasiado tiempo.

Espero que conozcan muchas personas con las que, en un primer momento, pensarían que no tienen nada en común. Y espero que rescaten las coincidencias cuando los inviten amablemente a cenar.

Espero que ganen una gran cantidad de dinero y que luego lo pierdan. Y luego averiguen cómo ganarlo de nuevo, pero esta vez a sabiendas de que mientras que el dinero hace que algunas cosas sean más fáciles, en realidad no es tan poderoso y omnipotente como alguna vez pensaron que era.

Si real y verdaderamente pueden cumplir con esta lista, o incluso con una parte de esta lista, en mi opinión es mucho mejor que el 95% de las personas que terminan endeudados en miles de dólares por ir a la universidad pensando en tener la posibilidad de un *futuro mejor*, *mejores ingresos*, *mejor trabajo*, una *mayor estabilidad *, convenciéndose de que de alguna manera son más inteligentes que todos los demás que no fueron a la universidad.
Si se presionan a sí mismos, si están constantemente sacándose de su zona de confort y disfrutando cada experiencia, buena o mala, como una experiencia de aprendizaje, si continúan cuestionando todo =incluyéndose a ustedes mismos=, si tratan de actuar con bondad y conciencia en todo lo que hacen, y si se dejan guiar por ese pequeño sentimiento dentro que es su fuego interior y se sienten felices de estar vivos, entonces estarán bien.

Y cuando ustedes estén bien, yo estoy bien.

No se limiten a pensar que serán inteligentes por leer muchos libros, no se dejen atrapar por los diplomas o lo que la sociedad les diga *que es lo correcto* que deben hacer. Evolucionen. Sean ardientes. Sen fascinantes. Sean grandes pensadores aunque absurdos a veces pero apasionados. Y por el amor de Dios, no lleguen al final de sus vidas sin historias que contar a sus nietos, de esas que ellos no puedan creer por lo extrañas que parecen.
Sepan que hay gran valor y grandes lecciones, solamente en vivir una vida interesante y verdadera para uno mismo, sin importar qué camino te lleve abajo.







Gilgamesh***

Fuente;
-matadornetwork

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