lunes, 5 de septiembre de 2016

* La concepción Gnóstica de David R. Hawkins-parte 13 *

***Preciosa noche de Lunes para todos.

Continuamos conociendo los pensares y sapiencias de Don Hawkins.
Hoy una excelente explicación de la vulnerabilidad de nuestra mente, nuestra indefensión innata, algo que resulta imposible siquiera descubrir hasta que el ser llega al Conocimiento de ésto. Dirán...¿sólo por saberlo? pues es el primer paso, la primera llave que abre una pesada puerta que nos llevará automáticamente a hallar más puertas hasta que las puertas dejan de existir y las llaves también.

Desde mi concepción Gnóstica, Hawkins logra explicar lo mismo, pero como siempre digo, con la riqueza de la diversidad en el lenguaje y en la forma, y eso me produce mucha alegría.
Softwares mentales, y algunas recetas que Hawkins dá no distan de la Gnosis, primero la identificación de lo que somos aunque él no cite ni al Pleroma ni al Nag Hammadi, luego cómo destrabar esas ataduras...que en la Gnosis los arcontes atan al Espíritu.

Uno de mis grandes interrogantes es ¿porqué aparece el clic?, ¿lo hemos buscado?, ¿llegó y lo supimos aprovechar?, digo porque si pienso en tantísima gente que de éstas cosas ni fu ni fa...que jamás sabrán que existe la Gnosis ni Hawkins ni Jung ni Cristo..¿les llegará el clic?, o..si les llega ¿lo aprovecharán?, he allí el misterio.
Y podría utilizar argumentos remanidos usados por quienes hacen un negocio de la espiritualidad y diría que uno es un contactado o un iluminado o alguien que eligió venir para ayudar y bla bla bla.., todo muy lindo pero...incomprobable.

Vaya uno a saber porqué en un momento llega ese clic, y porqué uno lo puede aprovechar, y me inclino por pensar en que a lo largo de la historia humana hay Espíritus que fueron liberados en aquél incidente de Cristo en el hades sacando a las almas prisioneras, y que al ser salvos salieron de ésta cárcel y conocieron la Verdad.

Quizás, quien sabe lo que es sufrir aquí y aprendió, tome la decisión de regresar para colaborar aunque habiendo nacido nuevamente en la carne jamás recuerde quién es o a qué vino. Y hay otros espíritus que, tal como explica el Pistis Sofía, fueron creados por los arcontes, con sus *lágrimas*...otro concepto de la Gnosis que encierra gran misterio y que hasta ahora lo sigue siendo.

Esas almas no evolucionarán por más esfuerzos que hagan, excepto que aquellos Espíritus colaboradores les pongan en su camino ese clic necesario. Aquello de Pneuma-Psíquico-Ílico, cobra mucho sentido cuando vemos los miles y miles de años que lleva la humanidad jugando el juego de la re-encarnación, el reciclaje, la marioneta necesaria para que siga la función del demiurgo...
¿Cortaremos el hilo todos algún día?.

Creo que en ésta bellísima y sentida canción de Gala Evora podemos comprender que el amor entendido como posesión nos provoca dolor y no felicidad.
La palabra *amor*, Gnósticamente cobra otro sentido.
¿Es posible experimentar un amor sin posesión?...sí..,es posible;



Y mientras la canción transcurre...nos quedamos con Hawkins;



-El Perdón y la Inocencia de la Conciencia
 Para la mente media es difícil dar el paso de perdonar debido a su posicionamiento arbitrario que genera una dualidad conflictiva de lo correcto y lo erróneo, de lo encomiable y lo detestable, de lo justo y lo injusto. Se trata, una vez más, del problema de los opuestos. La resolución de los opuestos precisa de cierta comprensión acerca de la naturaleza de la conciencia. La compasión ante la fragilidad humana suaviza el enjuiciamiento. La mente humana establece criterios hipotéticos sobre el comportamiento humano, criterios nacidos de una actitud moralista.

En los Estados Unidos, por ejemplo, lo que llamamos moralidad no es más que una expresión de Puritanismo. Que no es lo mismo en absoluto. El puritanismo es enjuiciamiento, el cual está desprovisto de compasión, amor o perdón. Muestra una actitud dura, despiadada y punitiva. Apela al egotismo, al sentirse con razón, virtuoso y justo. Opera a través de la condena, la vergüenza, la culpa y el miedo y busca retribuciones y castigos. En cambio, la conciencia es innatamente inocente.
Se programa, poco a poco, a menudo simplemente por influencias sociales accidentales. Nace en una subcultura concreta.

En el nivel más bajo, se encuentra entre bandas de barrio o cultos seculares peculiares, con fidelidades, símbolos, secretos, iniciaciones y obediencia al grupo y a sus líderes. En este nivel de la sociedad, las consecuencias por la violación del código del grupo pueden pagarse con la muerte. El grupo tiene sus formas de vestir, sus gestos y pronunciamientos simbólicos, y ejerce un férreo control sobre sus miembros. A los que se les lava el cerebro y son intimidados; las posibilidades de escape son remotas. Desde el punto de vista de unos, estas conductas son antisociales. Desde el de los otros, son simplemente adaptativas y disociales.

Aunque se trata de actitudes disonantes respecto a la sociedad en su conjunto, son internamente consecuentes. El núcleo de las subculturas es la programación. Su contenido se manifiesta en las letras de la música de estas subculturas. Las normas de la sociedad se ridiculizan y se tienen por insignificantes. En los niveles sociales progresivamente más altos, se da el mismo tipo de programación, pero se trata de una programación menos obvia o descarada. También aquí, se espera la lealtad del grupo a los programas sociales, y la divergencia se castiga por medios más sutiles o con el rechazo.

La conciencia de las personas en cada nivel de la sociedad es conformada por un nivel calibrado de consciencia que predomina como un campo de atracción oculto. Campo de atracción es un término que se deriva de la dinámica no lineal y significa que dentro de lo que parecen ser ocurrencias aleatorias o inconexas, hay en realidad un campo patrón invisible, organizador o influencia, que afecta la ocurrencia de los fenómenos dentro de cada nivel de conciencia. También establece parámetros que limitan la comprensión y la consciencia. Si un concepto se encuentra más allá del alcance de la comprensión de determinado nivel de conciencia, la gente dice: *No lo entiendo*.

Si observamos la naturaleza de la conciencia, podremos decir que la mente es innatamente inocente dado que no dispone de los medios para prevenir que se la programe. Es un instrumento al que se le puede imbuir involuntariamente cualquier *software*. La conciencia humana no puede discernir, sin ayuda, la verdad de la falsedad. La mente carece de un mecanismo protector y se daña fácilmente. Después, las emociones disminuyen la capacidad para una percepción madura y equilibrada. Además, la mente tiene un defecto inherente al operar a través de la percepción, que disocia automáticamente la realidad en la dualidad y crea la espuria pseudo-realidad de la aparente polaridad de los opuestos.

La conciencia es como el hardware de un ordenador, y la programación social es como el software. Sea cual sea el contenido del software, el hardware permanece no-contaminado e innatamente inocente. En el pasado, el progreso espiritual estaba limitado por el dominio de las autoridades religiosas, y el dogma fue envuelto en los miedos y amenazas de la persecución. Cualquiera que trascendiera el sistema de creencias comúnmente mantenido, como los místicos, era sospechoso de herejía, y se le trataba como si fuera una amenaza para el sistema y las autoridades eclesiásticas. Esto aun sigue pasando en algunos países.

En occidente, esto ha cambiado y sigue cambiando en una dirección favorable. Ya no se acepta o se perdona la crueldad. La Santa Sede de la Iglesia Católica rechaza ahora la pena capital y ha renovado su autoridad y su poder espiritual con demostraciones de humildad y de integridad espiritual. El fallo no está en la religión en si, sino en las malas interpretaciones que hacen de ella aquellos que no la comprenden en su verdadera esencia. La consciencia humana ordinaria es absolutamente incapaz de diferenciar la verdad de la falsedad debido a que esta cegada por la propia naturaleza de la percepción.

Y, debido a esta inocencia innata, se la puede extraviar; y todo error es ignorancia. El nivel de consciencia que ha imperado en la humanidad durante los siglos pasados era inhóspito para la verdad espiritual, pero ahora que el nivel de consciencia se encuentra en el 207, la verdad ha encontrado un terreno fértil en el cual es bien recibida y puede crecer.

La Voluntad.
Entendimiento y Comprensión
La voluntad está determinada por el entendimiento y la comprensión que, a su vez, está influenciada por el significado, que luego es determinado por el contexto. Del significado y el contexto surge el valor y, de ahí, la elección. La voluntad potencia los esfuerzos por alcanzar eso que se valora en razón de su significado. Para el mundano, la motivación se basa en las necesidades y los deseos, y en la seducción de la atracción. Estas necesidades y deseos pierden fuerza motivadora cuando la voluntad y la elección las anulan.

La voluntad es por tanto la base del crecimiento espiritual y de la evolución de la conciencia. Uno se llega a sentir atraído por la verdad más que repelido por la falsedad. La evolución espiritual es como una nave espacial que supera la gravedad de la Tierra; es difícil al principio, pero finalmente consigue dejar el campo gravitatorio. La intencionalidad, que consume energía, se disuelve con el tiempo en una entrega sin esfuerzo, y te conviertes en receptor de una consciencia en expansión. La revelación sustituye al descubrimiento.

Aparece el entendimiento y se vuelve auto-revelador por la gracia, sin esfuerzo. La presión interna por alcanzar la consciencia espiritual es reemplazada al ser testigo de la Verdad y no su buscador.
El esfuerzo es sustituido por el descubrimiento espontáneo, sin esfuerzo. La esencia brilla cada vez más a través de la forma, que pierde sus contornos. Entonces, hasta la esencia se desvanece en los dominios de la consciencia de la existencia en si, con su Divinidad auto-revelada.

Sobre la Naturaleza de la Paz.
La Paz.

Profunda prevalece en el Silencio, que marca el final de la experiencia del tiempo. La ilusión del tiempo impide la Paz por cuanto ocasiona una expectativa de sentimiento de pérdida o anticipación. En los niveles ordinarios de la conciencia, esta presión temporal y la ansiedad que la acompaña se hallan fuera de la consciencia y pasan desapercibidas, del mismo modo que la gente que vive junto a las vías elevadas de los trenes terminan por no ser conscientes del ruido. Pero, si los trenes se detuvieran, se sentirían abrumados por un repentino y profundo silencio. 

Algunas personas se han acostumbrado al tumulto y al ruido que se sienten alteradas por el silencio y la paz, e intentan regresar a lo que les resulta familiar, el ruido y las interrupciones de la gente. Muchas personas que no pueden tolerar la quietud del campo o el vacío de una habitación. El silencio de la Divinidad, en cambio, es profundamente reconfortante y gratificante.

La Naturaleza Del Camino.
La vía directa hacia una consciencia superior traspasa la forma, la dualidad y la percepción. El conflicto y el error surgen de la forma, que es también hogar de la fuerza. El poder reside en los *dominios de la no-forma*. Se podría decir que aquello que es sin forma emerge notablemente en el nivel de conciencia que se calibra en 500 y progresa hasta el 600, nivel en el cual la forma desaparece en la no-forma. Con el tiempo, se reconoce que la forma se constituye por la no-forma, y que ambas son uno y lo mismo, pero hasta que uno se percata de esto, la forma es una distracción y una demora que es mejor evitar.

Evitar Las Distracciones
De La Forma.

Muchas enseñanzas *espirituales* que se expresan en el mundo de la forma suelen llevar a lo que podría calificarse mejor como de reinos *astrales* de la conciencia, que en si pueden ser seductores, extensos y placenteros, pero que no llevan a la iluminación. La forma refuerza la ilusión de que hay un buscador en una especie de sendero con peldaños y señales e incluso con *guías espirituales* estacionados a lo largo de el. En la ascensión espiritual al pico de la Iluminación, no hay ciertamente entidades con las que uno se pueda encontrar a lo largo del camino. Los *planos* astrales, al igual que las enseñanzas, pueden ser calibrados. 

Existen planos inferiores =infiernos=, planos intermedios =purgatorio o limbo= y planos astrales superiores =celestiales=. Todos ellos son destinos posibles del alma o cuerpo espiritual, el foco de la conciencia. Cada uno de estos niveles tiene sus propias jerarquías, *Dioses* y folclore, que son *reales* para los habitantes de estos planos. Pueden ser gratificantes, incluso alegres y emocionantes, pero todo esto no es la iluminación. Aquello que es la Realidad está más allá de toda forma y sin embargo es intrínseco a ella.

Que la forma revele su propia naturaleza.
No hay necesidad de buscarla.
Por otra parte, hay que tener cuidado en no caer en los supuestos opuestos o alternativas de forma frente a la no-forma, a la Totalidad frente a la vacuidad, o la plenitud frente al vacío. Esto no es más que lingüística descriptiva, sin realidad intrínseca. Uno no tiene por que optar entre lo real y lo irreal dado que lo irreal no existe.

Gilgamesh***

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